Detesto tener que decirles a donde voy… qué les importa? Si ni si quiera yo lo se.
-Piensas demasiado muchacha, ese mi querida amiga, es tu problema.
Estábamos tiradas en la alfombra, mi cuarto cada vez mas recibía el olor fuerte y suculento de las galletas de chocolate que mi madre preparaba en la cocina. Supongo que eran alrededor de las 7 pm ya que empezaba a oscurecer.
Y yo oía a mi amiga hablar. (O por lo menos eso pretendía hacer). No la miraba. Fingía fijar mi atención en el foco. (En esa pequeña bola de luz victima de choques eléctricos que poco importan, en las personas que compran ese objeto y caminan rumbo a no se donde) Dicha información se extendía por las escaleras de mi irrealidad, y me mareaba. Paulina simplemente no podía cerrar la boca. Agradezco el gesto pero no me servia de mucho, solo me confundía mas.
Recuerdo que ese día el tiempo pasaba lento, una pared llena de posters era el único testigo de aquel sermón interminable que me recitaba ella… que no paraba de escupirme palabras.
Hacía un clima maravilloso, y sentía como el aire que entraba por mi ventana entreabierta refrescaba poco a poco mi memoria, mientras aplastaba y moldeaba una pequeña barra de plastilina verde que acabaría por mancharme los dedos.
Y pensaba en mi vida, en las galletas, en el reloj.
Eres un poco tonta, sabes? Siempre tienes el pretexto perfecto y tu no haces mas que venir a contarme todo. (Esta ultima frase me dejo sin palabras, aun sabiendo que yo ni estaba diciendo nada)
-Y ese eufemismo que? Dime como realmente quieres decirme
-Bueno, ya. Eres pendeja vale? No entiendo qué es lo que tienes que pensar. Sorry amiga, pero debía decírtelo- dijo.
Para esto ya había estirado su mano, alzando el dedo indice y el dedo medio. Quería de mi cigarro.
Y yo solo esperaba 2 cosas:
-Que la rola que escuchaba nunca se acabara.
-O... mandar todo a la goma.
Le di el cigarrillo, no sin antes fumar por ultima vez e intente convencerla para ir a conseguir un poco de alcohol, o droga… Pensaba que era mi ultimo año en el mundo y no lo pensaba gastar.
.La vida se escurría entre mis dedos, era el momento de actuar. Si no podía arreglar mi mundo, por lo menos debía destrozarlo. Mi vida ocupaba un gran cambio.
-Hermana, es hora de vivir la vida. –Le dije mientras encendía otro cigarro.
-De que hablas? -Preguntó mientras me observaba confundida e intrigada.
.-La ciudad se esta pudriendo y no quiero ser parte de esto. No hay nada que hacer aquí.
-Eso es lo que tus ojos ven… ¿Por qué ves todo por encima, como un disfraz? En realidad la ciudad no esta así como tu dices, es solo la gente que te envenena. Aun así, pues tu sabes que cuentas conmigo… Y sea lo que sea, siempre te voy a apoyar.
.. ..
Dudo de la existencia de un destino funesto que me dice que carajos debo hacer con los minutos que me quedan. Las decisiones apresuradas son las que toman el rumbo de una vida. El azar siempre nos lleva a un nuevo plan. Consigues que todo salga bien o simplemente, te vas.
.. ..
Ese día, en este cuarto… y con mí mejor amiga al lado. Enloquecí.
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